viernes, 25 de mayo de 2012

Aventuras, locuras, comeduras de olla de la Doctora Pat. Una Patata Cibernética, Vol X

 ÍNDICE
Vol VIII
Vol IX 
Vol X

¿Patata de siembra, Gurú del sexo o…… simplemente Pat?

Nuestra Pat ha sido censurada. Parece que sus alusiones a ciertas partes corporales, no han hecho mucha gracia, y más que las alusiones, las intenciones para con ellas o las utilizaciones de las mismas. La sección de frutas y hortalizas de la taberna, en la que Pata Chula y la Sastrecilla Valiente, fantaseaban con las verdes verduritas y las sensuales formas de los nabos y plátanos,  ha sido clausurada sin ningún tipo de contemplación. A pesar, de la gran afluencia de público y la diversión que esta provocaba.

¡Pobres soldaditos!, disfrutando de su descanso en las picantes praderas de la taberna, contando sin tapujos sus experiencias, para que de la noche a la mañana, sus aportaciones, hayan pasado a engrosar las filas de una papelera de reciclaje (¡Así le reviente al dueño de la papelera!). Quizás Pat no se ha dado cuenta y ha realizado un viaje en el tiempo, teletransportándose a un pasado un poquito lejano en el que creía estas cosas existían. Si, será eso, el presente/futuro no puede pintar así.

La sencilla Patatita cree que todo se reduce a una simple ostentación de poder, un castigo hacia aquellos que sobresalen sin intención, combinado con el miedo que provoca la pérdida del protagonismo y expectación que antiguamente suscitaba. 

¿Qué de quien hablamos?. Es evidente, del telepredicador televisivo, el dictador, el supuesto creador del lugar, fundador de un ejército de soldados solamente vivos para su uso y disfrute personal, el líder que con tanto ahínco ha cuidado de su rebaño, para que una panda de degenerados aparezca, y se los lleve por el camino de la perdición. 

Qué triste. Pat se sumerge en los mundos cibernéticos, mundos novedosos y variopintos, para encontrarse con las mismas tonterías que pueblan la tierra, matones de patios de colegio con mentes chiquititas, en las que no hay cabida para las personas que gustan de su mismo sexo, y telepredicadores oscuros que utilizan los argumentos más incoherentes para justificar sus represiones. 

Absurdo piensa Pat, improcedente argumentar la censura basándose en la libertad de un lugar, abierto al público en general, utilizando demagogias baratas apoyadas en lo que pueden escuchar/leer las pequeñas patatitas de siembra. Palabras como “abierto” no casan con términos como “censura”. Teta, consolador, polla o 69, se han convertido de pronto en demonios del averno. 

Queridos amigos, para las patatitas de siembra esto ha quedado ya obsoleto. Totalmente ilógico, si recordamos además, que este mundo, al que Pat llegó tras correr aventuras con una mini pandi paranormal, está plagado de luchas, conquistas, destrozos y guerra. La famosa “doble moralidad”.

Qué pena, piensa Paty, es mejor que lleven una pistola, cibernéticamente hablando, a que sepan lo que es masturbarse. Pueden escuchar “ANIQUILADLOS A TODOS, MATADLOS, ACABAD CON ELLOS, DESTROZADLO TODO, BARREDLOS DEL MAPA, SON UNOS CABRONES, HIJOS DE PUTA”, pero en el momento en el que una mujer, ya sea Patata, ya sea Sastrecilla, mantiene una disertación sobre los tamaños de los miembros masculinos, ¡ay la que se arma!.

Lo peor, la utilización de grandes discursos y palabras bien sonantes a la par que bonitas para justificar unos hechos como esos. Adornos florales que enmascaran la realidad, que confunden a las personas y las envuelven, ¿por qué será que este tipo de individuos siempre utilizan las mismas argucias?. Discursos, palabrería, que al final se reduce a “Yo, yo, yo, súper yo”. A Pat no le hace falta ningún doctorado o ponencia para dar su opinión, simplemente ve el mundo como la patata que es, un mundo lleno , repleto de miles de variedades que se distinguen por el color de su piel, su interior, la profundidad de sus ojos o sencillamente por las diferentes cualidades que poseen, pero en el fondo, todos patatas, eso sí, unos tubérculos que disfrutan mucho de los placeres terrenales. Y las palabras bonitas, el Doctorado, para el teorema de Pitágoras, la descripción de la órbita de Plutón o, sin lugar a dudas, los poemas de Tagore.

Lo mejor, la diversidad de opiniones que surgen a raíz de la censura, en la variedad está el gusto, dicen por ahí, o al menos, los soldados, dejan por un momento su rango, dejan de ser una masa y deciden como individuos, únicos y particulares, plasmar sus ideas, y surge el motín, la revuelta de los contrarios, una cascada de discusiones que culmina con la escisión del grupo. Cada cual, decide con quien prefiere estar.

¡Qué mundo este, ellos se lo pierden, nosotros preferimos Tahití, como la tripulación del Bounty! piensa Paty, mientras sus ojitos rosados sonríen con picardía, recordando cómo ha conseguido llevarse al reservado, a cierto comandante rudo, retozando en  las verdes praderas internautas o en las exóticas playas de islas informáticas. 

“Di que sí Pat, la vida está para divertirse”

Por ello, ya es hora de levantarse. Sacude un poco las raíces que te han mantenido aferrada a esa silla y de nuevo ponlas en marcha. Llama a Pata chula y sus patachulitas para el sábado cenar unas pizzas, toma un café con Don Quijote mientras discutes sobre el sexo de los ángeles, diviértete con la Sastrecilla paseando por la playa, y duerme, todas las noches, acurrucada en los brazos del guapo, apuesto y rudo comandante. 

Los  viajes, siempre resultan provechosos.

lunes, 21 de mayo de 2012

Corredores de Fondo

       Y siguió su camino, como si tal cosa. Perdiendo la memoria a medida que avanzaba, olvidándose de aquello que ya no importaba. Un paso por cada recuerdo eliminado. Dos, para aquellos más osados y testarudos. Tres, para los que aun así, se resistían a morir. Una carrera completa para ella. Solamente una, con eso bastó.
      Ella, sigue corriendo.

viernes, 18 de mayo de 2012

Domicilio: Desconocido, Carta devuelta a remitente

    Estimado Sr. Presidente de la Junta Directiva de la empresa “ILUSIÓN EN EL BUZÓN”


    Habiendo leído su comunicado, ese en el que expresa de manera firme y tajante, la necesidad real y generalizada de fomentar el uso, más bien diríamos ya, rescatar el uso, de las cartas escritas a mano, he decidido redactarle una misiva.

    Probablemente haya muchas personas a las que podría escribir, sin embargo, viendo la alegría que parece provocarle el recibir una, ¿quien mejor receptor que usted?, además, creo que se le ha ido la pelota un poquito. Perdóneme, quizás debería decir mejor, se ha ofuscado un poquito.

    Tendrá que disculparme pues estoy un tanto oxidada en estos menesteres y probablemente, termine hablándole del tiempo que hace aquí.

    Verá Sr. Presidente, me ha hecho recordar, mucho, podríamos decir incluso, añorar aquellos tiempos, épocas en las que las vacaciones de verano estaban plagadas de: Cartas de compañeros del colegio con los que previamente se habían intercambiado direcciones, postales familiares de primos que se iban de viaje a playas por aquel entonces tan exóticas, y largas, larguísimas epístolas dirigidas a una persona especial. También, cómo no, el momento en el que tu madre desde la puerta te decía “Tienes carta de Isa, o de Mapi, o de Ana o de…..” y corriendo como una loca, arrebatabas de sus manos aquel tesoro tan preciado, para ir a encerrarte en tu habitación y poderlo ver a solas , y una vez descubierto, abierto, releías una y otra vez hasta casi saber de memoria ciertos párrafos, y de inmediato, contestabas, para que aquello no tuviera fin, para volver de nuevo a quitarle a tu madre los tesoros postales de sus manos, para volver a leer , para volver a contestar, para volver a …. En fin Sr Presidente, me he sentido un poco mayor, solo un poquito, pero ya ve, mayores por haber recibido y escrito infinidad de cartas.

    Está claro que ahora resulta mucho más sencillo recurrir a otro tipo de medios para comunicarse con los demás, nos hemos vuelto un tanto comodones, pero… donde estén aquellas cartas escritas. Los trazos, a mano, en vivo y casi en directo. Podías llegar a atisbar el estado de ánimo del remitente, unas hojas de papel repletas de palabras impregnadas del aroma de quien las escribía, el tachón repentino ante un arrebato pasional, una pequeña falta de ortografía permisible por quien leía (así sabias que no era tan perfecto), el color de la tinta del bolígrafo utilizado. A veces, tenías suerte y recibías alguna escrita con una PLUMA. Esa, era de categoría superior. Qué bonitos recuerdos Sr. Presidente, no deberíamos permitir que nadie se quedara sin recibir nunca esa ilusión.

    Me despido, no quiero resultar pesada, debería terminar pues ha despertado algo en mi que hace mucho tiempo se encontraba aletargado y temo volver a ser aquel monstruo de las cartas que era capaz de escribir dieciséis folios seguidos, muchas gracias por hacerme recordar, por cierto, me encantaría trabajar para su empresa y el tiempo, por aquí, estupendo.

    Besos y Abrazos, que era como yo me despedía en muchas cartas que escribí.

    Fdo. Yo

    P.D. Sepa que está carta ha sido escrita a mano, con el típico boli Bic azul, un par de tachones (había repetido demasiadas veces la palabra carta, epístola sonaba genial, y el sinónimo de besos ya era pasarse, otro tachón, y alguna falta de ortografía, pero…. me da mucha vergüenza confesarla).

Nota de la autora:  ILUSIÓN EN EL BUZÓN es una empresa creada por otra persona. Esta carta, es una simple respuesta a quien la fundó.


viernes, 11 de mayo de 2012

Nos toman por locos


Tengo la sensación constante de estar siempre atada mediante unas cuerdas invisibles. En realidad existen, pero han sido camufladas de tal manera que resulta casi imposible verlas.
A veces se unen para jalar al unísono, toman los extremos en sus manos y comienzan a tirar, eso sí, nunca en la misma dirección, no son capaces de ponerse de acuerdo, demasiado avariciosos quizás. Así que, mientras discuten por decidir hacia donde, aprovecho para emular a Mr Fantástico, volviéndome flexible y elástica evitando así daños mayores. Lo peor es cuando me pillan desprevenida y no tengo tiempo suficiente para el cambio. Ahí es cuando duele y parece me vayan a romper.
El caso es, que parece ya una costumbre. Lo de tirar, me refiero. Desde hace un tiempo noto que no me dejan en paz. Antes tenía momentos en los que, a pesar de las cuerdas, parecían mirar hacia otro lado, sin soltar los extremos, pero permitiéndome una amplitud de movimientos bastante superior. Momentos que yo aprovechaba para campar a mis anchas, e intentar de alguna forma deshacer los nudos que pudiera. Una vez, casi consigo desbaratarlos todos, momento glorioso, pero a partir de entonces, aparecieron muchos más. Resulta imposible, la vigilancia es constante, y no permiten ni un solo paso sin haberlo preestablecido ellos mismos. Evidentemente,  tirando de las cuerdas.
Todo se resume en una simple estrategia para hacerme creer lo controlada que me tienen, consideran poder conseguir de mi lo que desean en el momento que les plazca. Pobres ilusos, cuanto mayor es el control, la atadura, la guardia, mayor es el poder de la supuesta sometida.
 ¿Para qué tantas molestias sino es por miedo?.
Algún día bajaran la guardia, y yo, les estaré esperando.

jueves, 3 de mayo de 2012

Mi Pez Gato

Yo tenía un pez gato,

tan grande como un zapato.

 Siempre hambriento, siempre hinchado,

con el bigote bien mojado.


Yo tenía un pez gato,

resultaba difícil hasta mirarlo.

Por lo feo, por lo raro,

parecía un gran marrano.


Yo tenía un pez gato,

me gustaba con él pasar el rato.

Él nadando, yo mirando,

dos amigos disfrutando.


Yo tenía un pez gato,

en el Zoo decidí dejarlo

Crece libre, crece sano

y allí voy a verlo de vez en cuando.