viernes, 18 de mayo de 2012

Domicilio: Desconocido, Carta devuelta a remitente

    Estimado Sr. Presidente de la Junta Directiva de la empresa “ILUSIÓN EN EL BUZÓN”


    Habiendo leído su comunicado, ese en el que expresa de manera firme y tajante, la necesidad real y generalizada de fomentar el uso, más bien diríamos ya, rescatar el uso, de las cartas escritas a mano, he decidido redactarle una misiva.

    Probablemente haya muchas personas a las que podría escribir, sin embargo, viendo la alegría que parece provocarle el recibir una, ¿quien mejor receptor que usted?, además, creo que se le ha ido la pelota un poquito. Perdóneme, quizás debería decir mejor, se ha ofuscado un poquito.

    Tendrá que disculparme pues estoy un tanto oxidada en estos menesteres y probablemente, termine hablándole del tiempo que hace aquí.

    Verá Sr. Presidente, me ha hecho recordar, mucho, podríamos decir incluso, añorar aquellos tiempos, épocas en las que las vacaciones de verano estaban plagadas de: Cartas de compañeros del colegio con los que previamente se habían intercambiado direcciones, postales familiares de primos que se iban de viaje a playas por aquel entonces tan exóticas, y largas, larguísimas epístolas dirigidas a una persona especial. También, cómo no, el momento en el que tu madre desde la puerta te decía “Tienes carta de Isa, o de Mapi, o de Ana o de…..” y corriendo como una loca, arrebatabas de sus manos aquel tesoro tan preciado, para ir a encerrarte en tu habitación y poderlo ver a solas , y una vez descubierto, abierto, releías una y otra vez hasta casi saber de memoria ciertos párrafos, y de inmediato, contestabas, para que aquello no tuviera fin, para volver de nuevo a quitarle a tu madre los tesoros postales de sus manos, para volver a leer , para volver a contestar, para volver a …. En fin Sr Presidente, me he sentido un poco mayor, solo un poquito, pero ya ve, mayores por haber recibido y escrito infinidad de cartas.

    Está claro que ahora resulta mucho más sencillo recurrir a otro tipo de medios para comunicarse con los demás, nos hemos vuelto un tanto comodones, pero… donde estén aquellas cartas escritas. Los trazos, a mano, en vivo y casi en directo. Podías llegar a atisbar el estado de ánimo del remitente, unas hojas de papel repletas de palabras impregnadas del aroma de quien las escribía, el tachón repentino ante un arrebato pasional, una pequeña falta de ortografía permisible por quien leía (así sabias que no era tan perfecto), el color de la tinta del bolígrafo utilizado. A veces, tenías suerte y recibías alguna escrita con una PLUMA. Esa, era de categoría superior. Qué bonitos recuerdos Sr. Presidente, no deberíamos permitir que nadie se quedara sin recibir nunca esa ilusión.

    Me despido, no quiero resultar pesada, debería terminar pues ha despertado algo en mi que hace mucho tiempo se encontraba aletargado y temo volver a ser aquel monstruo de las cartas que era capaz de escribir dieciséis folios seguidos, muchas gracias por hacerme recordar, por cierto, me encantaría trabajar para su empresa y el tiempo, por aquí, estupendo.

    Besos y Abrazos, que era como yo me despedía en muchas cartas que escribí.

    Fdo. Yo

    P.D. Sepa que está carta ha sido escrita a mano, con el típico boli Bic azul, un par de tachones (había repetido demasiadas veces la palabra carta, epístola sonaba genial, y el sinónimo de besos ya era pasarse, otro tachón, y alguna falta de ortografía, pero…. me da mucha vergüenza confesarla).

Nota de la autora:  ILUSIÓN EN EL BUZÓN es una empresa creada por otra persona. Esta carta, es una simple respuesta a quien la fundó.


2 comentarios:

  1. Con los correos electrónicos y los SMS hemos perdido algunos placeres secretos que antiguamente daban el tiempo, la distancia y la sorpresa celosamente guardada.

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