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Que tonto he sido. Creía que dominaba, que nada se escapaba, que todo
estaba a mi alcance, que controlaba desde mi púlpito lo que acontecía a mis
muñecos rotos, las acciones, los acontecimientos, todo.
Necio.
Delante de mis narices, la que yo creía escondida en un agujero, mi bella
esculpida, trabajando intensamente cual hormiguita laboriosa, construyendo
galerías subterráneas bajo mis pies, hasta que, cuando ella ha deseado, el piso
se ha derrumbado mostrándome su faena.
Ellos, Damián, Estela, María, ……, han pasado por sus manos para
deformarse, para abandonarme, para eliminar la belleza que tanto me costó
crear. Mi estantería vacía gracias a ella, al garete todo por el Canto de una
Sirena, una obra que yo consideraba consumada.
Esa mujer, a la que con tanto esmero dedique mi talento para esculpir
poco a poco, rompiendo, apenas es ahora reconocible para su Maestro.
Inmiscuyéndose en mi vida privada, mostrándose sin previo aviso en un lugar al
que nunca debería haber llegado. Hermética, cerrada, imposible vislumbrar
aquellas poderosas grietas que generé en su alma.
Nada, no hay nada, ni grietas, ni roturas, ni remaches, ni remiendos, ni
cicatrices, nada, completamente opaca. Toda su hermosura desaparecida.
Era yo, maldita sea, quien debía encontrarte, ¿Cómo has tenido la
desfachatez de presentarte sin previo aviso?
Abrí la puerta como todos los días a las ocho de la tarde, y allí
estabas, dejándome leer en tus labios esas palabras mientras te acercabas hacia
la salida, mi mujer a tu espalda recogía tus cabellos cortados, diciendo algo
que no fui capaz de escuchar, atónito como estaba al ver en lo que te habías
convertido.
Un paso, YO, dos pasos, SOY, tres pasos, ANNE, cuatro pasos, RISS.
Puto, galimatías tonto que inventaste Anne Riss, ANNE RISS, ANNERISS, SSIRENNA.
Nunca te di permiso para eso. Eras mi Muñeca, mi Sirena Rota y debías
permanecer en mi estantería. No puedes presentarte por ahí libremente,
destrozando mis obras, cerrándote para evitar que te contemple.
¿QUE HAS HECHO?. Yo te cree, yo te rompí. Yo y solo yo, decidido por ti.
Ahora, voy a matarte.
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