Cuéntame tus cosas, que has hecho hoy, como te ha ido. Abúrreme con las
historias de tus aficiones, coméntame que te ha pasado, pero dime que me
quieres. Intercálalo entre el fantástico gol del partido que viste anoche, o
los problemas del trabajo. Suéltame un “te he echado de menos”,
combinado con un, ¿qué hacemos para cenar?, o ¿quieres salir esta noche?.
Sorpréndeme exclamando un “qué haría yo sin ti” mientras me estás hablando
sobre la dimisión del Papa, la
independencia, o esa agencia de Detectives que ahora es tan famosa. Dime que
todo va a salir bien, que tu felicidad depende de mí, que soy el amor de tu
vida, que me deseas, que me necesitas. Saca todo el arsenal ñoño y cursi que se
te ocurra y suéltamelo sin más. Porque hoy es viernes, ese día en el que todo
se relaja, pareciendo que la vida decelera un poco dándonos un respiro. Porque
mañana podremos deleitarnos entre las sábanas algo más de la cuenta, sin
pensar en ruidos mezquinos que suenan a horas en punto. Porque tengo ganas de
ponerme ese corsé que tanto te gusta y darte todo el tiempo que quieras para quitármelo.
Porque me apetece hablarle sin prisas a ese compañero tuyo que siempre me
recibe completamente erguido. Y porque, ya te lo he dicho, hoy es viernes, y
los Cure, siempre supieron lo que me pasa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario