sábado, 31 de diciembre de 2011

Aventuras, locuras, comeduras de olla de La Doctora Pat, una patata cibernética. Vol. V

 ÍNDICE
Vol VIII
Vol IX 
Vol X
Pat y el lenguaje.
Las risas de la mini Pandi resuenan en el patio. Pat ha descubierto el lenguaje de los jeroglíficos. Y sus interpretaciones, de lo más dispares, hacen las delicias de sus compañeros de fatigas provocándoles carcajadas continuadas. Definiciones de Pat, que haciendo gala de su estilo Doctora, recuérdese al Profesor Chiflado de Jerry Lewis, destaca por sus hallazgos excéntricos y totalmente incoherentes.
Primero, la extrañeza con la que confiesa a sus compinches, la cantidad tan inmensa de personas que mencionan a Dios en todo momento. ¡Qué cantidad de fe vertida en el lugar!, siempre Dios por aquí, Dios por allá, Dios es omnipotente. Parece que Dios vuelve a estar de moda. Evidente, dados los tiempos que corren, las personas vuelcan sus esperanzas hacia mitologías perdidas.
-Pero Pat, ¿por qué dices eso?
Jeroglífico: XD
Significado: Por Dios.
Existen diversas variantes a esta expresión que parece la raíz del resto.
:D, cuando la persona que utiliza el término probablemente se trate de un sacerdote o alguien muy vinculado a la religión, ya que se sustituye el X por un : lo que enfatiza el significado de Dios
xd, se considera que quien utiliza esta versión, o bien tiene una fe más chiquitita o simplemente no recuerda, que Dios, se escribe con mayúscula la primera.
:d, el sacerdote se ha levantado con mal pie y está un poquito enfadado con Dios.
:|, Este, simplemente, es ateo.
Pero si un jeroglífico ha traído de calle a Pat y llevado casi a un altercado cuasi violento, con la consecuente intervención del resto de la mini pandi, y apaciguamiento de la furia de una Patata Caliente, ha sido “xoxo”, o dícese, de cierta zona erógena femenina, vista por un andaluz.
Anacleto casi pierde su kit de espía al completo por el ataque de risa perpetrado ante tan elocuente interpretación mientras corre tras un Don Quijote, que, espada en mano, arremete como un loco defensor contra el innombrable mancillador del honor de su Paty, sin haberse percatado, que la fuente de tamaña furia, es una expresión a la que Pat ha dado su peculiar toque campestre. Pero es el amable John Wayne, quien, haciendo gala de su sentido común y saber estar, decide por fin enseñar a Pat la piedra roseta del mundo cibernauta, también conocido como, Diccionario SMS de la Wikipedia.
¡QUE VERGUENZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA¡

Pat, como una buena patatita, se mete bajo tierra, pues todos sabemos que cuando el sol incide sobre una patata, está, adquiere una tonalidad verdosa, y Pat, está verde, verde, verde, de vergüenza.
¡Ha sufrido una tremenda insolación!. Sus compañeros deciden construir una buena sombrilla para resguardar a Pat de posibles rayos ultravioleta, infrarrojos y demás repertorio solar y sus alucinaciones así, solo sean provocadas por sus altas dosis imaginativas.
Sin embargo, hay palabras que Pat comprende a la perfección, sin necesidad de diccionarios o piedras rosetas cibernautas, aunque las palabras en sí no tengan un valor, sino realmente la entonación que se les da, o el contexto en el que se utilizan. Las palabras son distintas dependiendo quien las utilice y con qué fin. No logra entender el porqué de un comportamiento continuado, cuando está claro que el lugar donde se mueven, ese patio de colegio, tiene cabida para miles como ellos, un patio sin fronteras, un lugar donde los muros no existen para delimitar zonas ¿Qué amenaza supone entonces, un pequeño grupo de alocados cibernautas, dedicados a sus misterios, en el mar infinito de los navegantes?. Los constantes ataques por parte del grupo de matones cada vez resultan más despiadados. 
-Vamos Patatita, ¿no me digas que no sabes que tu Don Quijote, es un puto Maricón?
¿Y Pat se siente como una cavernícola?, vamos, ¿quién es aquí el salvaje?
Cuando una patata es expuesta a la luz, la solanina aumenta para proteger al tubérculo, sustancia tóxica para el ser humano. Dicha sustancia, proporciona un sabor amargo y en “altas dosis” de consumo, puede provocar palpitaciones, vómitos, diarreas, boca seca y sed, e incluso, según la ingesta, delirio, alucinaciones y parálisis. El color verde simplemente es clorofila, pero nos avisa de tener un elevado nivel de solanina, en este caso, lo recomendable, es rechazar la pieza entera, aunque sepamos, que nuestra Pat, es completamente recuperable y los Putos Maricones son solo personajes ficticios que viven en mentes depravadas, a las que probablemente, les vendría muy bien una buena dosis de solanina como purgante.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Aventuras, locuras, comeduras de olla de La Doctora Pat, una patata cibernética. Vol IV



 ÍNDICE
Vol VIII
Vol IX 
Vol X
 



 

 Pat descubre su primer misterio, el menú ideal para un día de cumpleaños. Allan Quatermain, ¡Voy a por ti!
Las aventuras y los entresijos se suceden. La mini pandi forma un grupo consistente y armónico con diversidad de opiniones. El último caso, la aparición de extrañas figuras en los campos de cultivo de una pequeña localidad Americana, ha mantenido ocupada a la pandilla investigando. A Pat, le parece muy divertido sumergirse en una historia, buscar los porqués siendo diferentes personas con diversas creencias. Las explicaciones, los enigmas, son tan distintos examinados por unos ojos u otros. Donde unos ven, seres de dudoso origen dedicándose a realizar grafitis, como si de una muestra de desconocidas culturas fuera, otros, encuentran jubilados, con mucho tiempo libre, enviando mensajes para llamar quizás una atención que no poseen, o simplemente, para hacer saber que las edades no importan, y seguimos siendo los niños pillos que antaño fuimos.
Dentro de la mini pandi hay muchos ojos además de los de Pat, las discusiones se sucedan de forma continuada, opiniones encontradas que a veces dan lugar a acaloramientos, enfrentamientos que los matones del patio del colegio, confunden con grietas en las que poder ahondar para dañar, craso error, caen en ellas sin poder salir, mientras los compañeros de viaje, dejan a un lado sus diferencias y miran desde la superficie seguros y sujetos mediante los poderosos arneses que les unen.
Para Anacleto, todo tiene una explicación, siempre verosímil, probable mediante los hechos que expone, y totalmente contrastada, con esas fuentes a las que tanto recurre y responden de inmediato a su llamada. Seguridad absoluta en sus convicciones, pero siempre vertidas con el máximo Respeto y dosis de un gran Humor. Sus versiones son siempre tan analizadas, matemáticas y rápidas, que pareciera llevar siempre consigo el kit de espía, desplegándolo al instante, en el momento de la aparición de un caso, para desentrañar los entresijos que se den. Gafas de visión nocturna con lentes de poli carbonato (de noche, no todos los gatos son pardos), Reflector doble de L.E.D. (para iluminar los secretos más oscuros), Dispositivo de escucha a larga distancia (por si las cacofonías, perdón, psicofonías, esconden risitas graciosas entre gritos fantasmagóricos. Cacofonías, psicofonías, ¿qué más da?, sonidos desagradables por igual), Espejo de visión trasera (tiene un problema, con los vampiros, no funciona), Telescopio de 3 aumentos plegable con foco (por muy camuflada que esté, la nave alienígena no pasará desapercibida), y por supuesto, el objeto más preciado, le enciclopedia de la ciencia, en 853 volúmenes formato ePub, práctico, y fácil de llevar en cualquier bolsillo que se precie.
Don Quijote, en cambio, es Misterio, rodeado de Galantería e impregnado de Valor. Aporta sus molinos en forma de enigmas ocultos sin resolver. Siempre encuentra lo inexplicable en los sucesos más cotidianos, la vida en si es una tremenda incógnita para él. Considerado, amable y educado, un tanto mordaz e irónico cuando el tema o las opiniones de los demás le molestan, provoca suspiros en féminas románticas que se dan cita en el lugar, cuando defiende a los suyos, pero al igual que un Templario célibe, mantiene su honor intacto ante ellas, mientras sueña con perderlo como hidalgo enamorado, frente a bellos mancebos admiradores de criaturas nocturnas chupasangres. Siempre dice ser un Rock Hudson que ha encontrado a su Doris Day en una patata. “Que Será, Será, Whatever will be, will be, The future's not ours, to see, Que Será, Será, What will be, will be”.
Y John Wayne, el hombre tranquilo, un ser que parece poseer un halo de luz que envuelve a todos en una calidez sin igual, la Belleza y la Ternura dentro de un sentimiento llamado Amor, tan intensamente vivido y ofrecido a la vez. El es la esperanza, la prueba viviente de todo lo bueno que la raza humana puede llegar a ser, siempre sereno, en y transmitiendo paz.
Pat, a veces, se pregunta si realmente sus compañeros son así, o simplemente ha creado una imagen distorsionada e idealizada de los mismos, otorgando a cada uno, cualidades importantes que a ella le gustaría poseer, basadas en impresiones, sentimientos que provocan en ella sus comentarios y comportamientos. Puede que sean ficticios, incluso pueden ser esos fantasmas de los que tanto se habla en ese lugar. Puede que los fantasmas existan como creaciones de cada uno, como los compañeros de Pat. Fantasmas basados en los deseos de una patata.
Pero además, a Pat, se le escapan sus contribuciones, resulta sencillo clasificar, pensar, seleccionar las que los demás aportan, pero es difícil valorar cuando de una patata se trata y es ella misma la que debe descubrirlas. Los fantasmas de Pat camuflados entre los misterios paranormales, ¿Qué es lo que Pat aporta? ¿Qué más puede añadirse a cualidades tan importantes como las poseídas por aquellos que la acompañan?
La pregunta se convierte en sencilla cuando sus compañeros responden. Guarnición perfecta que combina con todo y mejora las cualidades del resto del contenido del plato.
Menú especial, para un día como hoy, de cumpleaños quizás.
Entrante: Misterio de Amor relleno de Humor con Patatas asadas.
Primer plato: Belleza de Galantería asada a la bilbaina con cremoso de Seguridad y Patatas a lo pobre.
Segundo Plato: Valor confitado con tempura de Ternura y Respeto, sobre lecho de Patatas panaderas.
Postre: Lo dejamos a tu elección, mi querido lector.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Aventuras, locuras, comeduras de olla de La Doctora Pat, una patata cibernética. Vol III

 ÍNDICE
Vol VIII
Vol IX 
Vol X







Pat vuelve al cole y se forma La Pandilla. Our Gang.
Recorrer un camino es más sencillo cuando se hace en compañía, y más, si el trecho es largo y desconocido.
¿Y hablábamos de Doctorado?
La velocidad de las conversaciones es tal, que para Pat resulta imposible seguir el ritmo. Cuando ella ha visitado a Homero y su Atlantida, con todos sus supuestos enclaves variopintos desde México hasta el Asia central, pasando por el Sáhara, llegando incluso a las Islas Canarias y… ¿Doñana?, ya existen tres nuevos temas a tratar, las extrañas fotografías de la luna e hipotéticas visitas de civilizaciones alienígenas, un extraño cuerpo que se acerca peligrosamente a la tierra con intenciones poco amistosas y una conspiración encubierta del gobierno para vender vacunas siendo simples placebos.
¡Cuánto trabajo!, y encima, si ya de por si no hubiera suficiente con la historia, astronomía y medicina, añade que algunos visitantes aportan datos en Inglés.
Pobre Pat, recordando sus años como patata recién sembrada, estudiando un inglés macarrónico, que de poco sirve cuando de tecnicismos se habla. La vuelta al cole, de nuevo con deberes al llegar a casa, y como no espabiles, ¡ Te quedas atrás!.
Pat ni siquiera ha abierto la boca aun ¿y cómo?, si sus pequeñas pesquisas apenas dan frutos que ya han sido encontrados por otros. A nuestra Pat se le adelantan otros exploradores más sagaces.
Pero, ¿Qué hubiera sido de Allan Quatermain si al primer intento frustrado hubiese desistido?. Las minas del Rey Salomón habrían quedado en el olvido sin llegar a ser nunca el escenario de una aventura maravillosa.
Por tanto, Pat, decide cambiar de táctica y comienza a estudiar a los otros expedicionarios, dejando a un lado los lugares a investigar.
Los visitantes son tan heterogéneos como los temas tratados, existe un grupo ya formado que parece llevar una larga andadura conjunta, confiriéndoles un extraño supuesto poder sobre el lugar, haciéndoles considerarlo como propio, pero Pat desde el primer momento ya tiene sus ojos volcados en los que vagan en solitario, un Caballero que ve molinos donde gigantes había ¿o era el revés?, un agente secreto infiltrado en las filas enemigas, dedicado a destapar engaños de fraudulentos visionarios, y un hombre tranquilo con una meta en la vida simple y clara, el amor incondicional.
Alumnos aventajados en una escuela, en la que el dominio del grupo es evidente y que de forma constante, ataca a los individuos sobresalientes marginándolos. Así que Pat, entra en el patio del colegio, escucha a los solitarios y manteniendo una postura patatil, terrenal de patata ligada al suelo, comienza a hablarles ignorando todo aquello que el grupo de matones hace y deshace.
Don Quijote, Anacleto, John Wayne y la Patata Ghostbuster, la mini pandi está formada
A Pat, le gustan los empollones.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Aventuras, locuras, comeduras de olla de La Doctora Pat, una patata cibernética. Vol II

ÍNDICE

Vol I
Vol II
Vol III
Vol IV
Vol V
Vol VI
Vol VII
Vol VIII
Vol IX
Vol X




La Patata Ghostbuster.
Pat, ingresa en un foro.
Quiere conocer, ver ese mundo cibernético del que tanto le han hablado y al que nunca se le había ocurrido acceder. Todo es nuevo, ni siquiera sabe las reglas básicas, así que, como si de una especie de salvaje cavernícola se tratara, ávida de conocimiento, comienza a observar desde las sombras, para luego pasar a sumergirse, en los entresijos de una civilización avanzada.
Probablemente, más de uno pensará, que el foro escogido no resulta el más adecuado para comenzar esta andadura singular, pero algo llama la atención de Pat, quizás la intensidad de las discusiones, y la pasión desmedida de algunos por defender lo que exponen, aun siendo, en muchos casos, hechos prácticamente indefendibles, o simplemente, por lo incongruente que resulta ver una patata rodeada de vampiros, hombres lobos, catástrofes mundiales en ciernes  y vidas en otros planetas.
“Si quieres algo sorprendente, espectacular y tienes ganas de vivir aventuras siendo una patata, ingresa en un foro, pero no en uno cualquiera, escoge aquel que posea, temática, conversaciones, e ideas inexistentes en tu vida cotidiana. Opta, por el mundo paranormal, abstracto, intangible, discutible e imaginario”.
En el mundo de Pat, ese tipo de circunstancias, acontecimientos, o visitas no programadas, nunca se han dado. Los fantasmas pasan de largo cuando de patatas se tratan, la visión de un espectro degustando una sabrosa ración de bravas con un buen alioli es poco  corriente. Y eso que Pat, posee una buena cantidad de ojos, si, esos agujeritos que tanto cuesta quitar cuando pelas una patata, y los de Pat, son profundos, para guardar y no perder, nunca para esconder y no encontrar. Aun así, nunca los ha vislumbrado, ni a ellos, ni a los extraterrestres, pero puede que junto a aquellos tomates asesinos  de John de Bello formara un nutrido grupo. Nutrido, y nutriente, por supuesto.
Sin embargo, a nuestra Doctora le gustan los retos,  y este puede llegar a ser uno de los mejores, ya que, además de desconocer la mecánica de actuación en estos lugares, hay que añadir una absoluta ignorancia respecto a los temas tratados. Dos obstáculos, francamente difíciles, pero que imprimen a la aventura un toque especial y atractivo. Es evidente también, que estas características se darían en otro tipo de mundos, que desentonaría en aquellos dedicados a la Física Nuclear o al Comportamiento Socio-Político de las masas, pero siendo honestos y sin desmerecer la calidad de la temática a tratar, una patata, lo tiene más difícil intentando llegar a ser Marie Curie o Gustave Le Bon, que defendiendo cuestiones terrenales,  además de poder perderse el atractivo que un viaje de placer contiene, transformándose en la carrera por la obtención de un doctorado, y no olvidemos tampoco, que los fantasmas, no dejan de ser supuestos seres que en un momento dado fueron personas, así que, probablemente, su comportamiento, sea parecido al que tuvieran en su anterior vida, esa vida en la tierra, siempre y cuando sean eso,…..fantasmas.
Además ¿a quién no le apetecería convertirse en compañero de cacerías de Bill Murray y Dan Aykroyd?.....pero… ¿Qué clase de fantasmas perseguiría Pat?.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Aventuras, locuras, comeduras de olla de La Doctora Pat, una patata cibernética. Vol.I

ÍNDICE
Vol I
Vol II
Vol III
Vol IV
Vol V
Vol VI
Vol VII
Vol VIII
Vol IX
Vol X 


A Pat le gusta viajar. Conocer lugares lejanos y singulares, donde personas desconocidas viven, desayunan, conversan, duermen, aman. Le entusiasma la idea de recorrer el mundo, para dejar de sentirlos extraños e incorporarlos en su vida, como si de piezas de un puzzle inacabado e inacabable se trataran. Pero sus anhelos se ven truncados cada vez que mira el saldo de su cuenta bancaria, porque Pat, es una corriente y moliente mil eurista, a la que las facturas ahogan y los finales de mes se le alargan, como si nunca parecieran tener fin. Es evidente, se llama Doctora Patata y no Doctora Angula, o Doctor Centollo, o incluso Doctor Caviar, esos seguro no tienen problemas de esta índole.

A Pat le gusta correr aventuras, sentirse una heroína con superpoderes, una guerrera mitológica o una pirata pendenciera, descubrir nuevos mundos como si fuera un renovado Roald Amundsen, o indagar en los oscuros misterios de posibles intrigas e identidades secretas, emulando a Sherlock Holmes, aunque posiblemente para muchos su apariencia y formas de actuar les haga pensar y compararla con una Miss Marple, dado su optimismo e idealismo desfogado.

A Pat le gusta reír, disfrutar, llorar, sentir, hasta sufrir, porque todo ello y en las dosis adecuadas hacen de la vida,… eso, Vida.

Pero no deja de ser una patata, Doctora, eso sí, por sus constantes análisis de comportamiento y situaciones, que como el Doctor Pan, el Doctor Huevo o la Doctora Leche, ven todo desde una perspectiva más humilde, más corriente, y quizás podríamos decir, rehogada con una pizca de inocencia, porque las patatas, sencillas recetas que gustan a todos, aparecen en todas las casas, están para cuando las necesitas como acompañamiento, o incluso solas, y siempre, te sacan de un apuro cuando recurres a ellas pues el resto de Doctores escasean en tu cocina.

Pat, descubriendo que una economía patatil, no impide conocer los lugares y personas exóticas que tanto llaman su atención, decide un día comenzar a viajar, figuradamente, sin moverse de un asiento reservado para ella…….

domingo, 27 de noviembre de 2011

EL MECÁNICO, EL CONSOLADOR Y LA POTENTE MORENAZA

Otro relato, de hace un tiempo, que regresa a casa

Allí estaba de nuevo, abrió la guantera para coger los papeles y el aparatito le dio la bienvenida.

Probablemente, el no encontrarlo, habría supuesto una tremenda decepción, lo entendería como una especie de adiós a todas aquellas revisiones que se sucedían cada cinco mil kilómetros. Inspecciones que el ya apuntaba en su agenda y señalaba con un rotulador verde lima limón, el color del aparatito.

Ya se conocían hace tiempo, recordaba la primera vez que apareció y la sorpresa al hallar aquello en un lugar tan poco previsible, pero nunca lo mencionó a sus compañeros, guardó aquel secreto, pues entendió, o más bien deseó, la existencia de una razón para encontrarlo, para que él fuera el descubridor, el elegido, al fin y al cabo, ¿a quién sino entregaba siempre las llaves de su coche?.

La Potente Morenaza y su potente aparatito.

Porque así la llamaba. Dos simples palabras, que con exactitud, describían la impresión causada. Potente, morenaza.

Nunca quiso saber su nombre, ni sus datos, hacia a un lado el aparatito, cogía la documentación y sin ojearla, la llevaba a su compañero administrativo, deshaciéndose de posibles tentaciones en las que caer y evitar así romper la cierta magia que todo aquello tenía.

Así estaba bien, no necesitaba más, volvía al coche, a la imagen del aparatito y comenzaba a soñar mientras realizaba su trabajo.

La imaginaba utilizándolo en aquellos atascos interminables de todas las mañanas, deleitándose mientras los demás soportaban estoicamente pasar los minutos. Qué suerte ser uno de esos vecinos de coche, alegrándose la vista al contemplar como la Potente Morenaza desfogaba sus pasiones, divino atasco mañanero que permite observar a una mujer saciando sus deseos.

Recorría el camino hacia el lugar donde las parejas se esconden de miradas ajenas. Ese prado, esa loma que acoge a los amantes y los envuelve en su manto oscuro. Y ella, situada en el centro del aparcamiento de los gemidos, asumiendo el papel de la excepción que confirma la regla, recorriendo todos los sillones, impregnado de sus olores más recónditos aquella tapicería, mientras el aparatito hablaba con un suave “brrrr brrrrr” y ella contestaba con insistentes y repetitivos monosílabos.

Pero al final, siempre llegaba su visión más deseada, la idea de tenerla subida en el coche, poniendo en marcha el aparatito, mientras él, entre éxtasis y convulsión, hurgaba en las entrañas de su vehículo. Pistones que suben y bajan mientras el lubricante recorre los cilindros, mezclados con aparatitos que entran y salen rociados de fluidos corporales.

La fantasía llegaba a tal punto que se veía obligado a abandonar sus quehaceres y encerrarse en el baño durante un momento para sofocar el grito de su miembro clamando ser vaciado.

Cumplían su cometido, él, realizando un buen trabajo, ella, alegrándole la mañana. Nada más.

Volvería pasadas un par de horas de “Fantasías animadas de ayer y hoy”, y como siempre, se despedirían con una sonrisa acompañada de un guiño y un:

-Su coche ya está a punto

-Gracias, es usted un excelente Mecánico.

Hasta dentro de cinco mil kilómetros, Morenaza.

martes, 1 de noviembre de 2011

PRISMAS PERFECTOS


No está bien.

Nadie se percata, es una maravillosa actriz, pero yo sé que no lo está. Supongo que después de toda una vida junto a ella es difícil engañarme. Perfecta sonrisa, perfectos modales, perfecta con todos, perfecta con todo, pero no, a mi no se me escapa. Lo que no entiendo es porque a los demás les miente con tanta facilidad. Sólo deberían pararse un pequeño instante, mirar fijamente sus ojos y descubrirían el pastel. De todas formas, lo sabe. Por eso me evita constantemente, apenas unos segundos dedicados a diario, distribuidos durante el día, un cambio de ropa, un cepillado de dientes y muchos de esos instantes, un simple y fugaz paso junto a mí, pero nunca deja que mire sus ojos, por eso se que lo sabe.

Temo por ella, pero también por mí, creo que en un momento dado saltará la chispa y todo se irá al garete, la verdad es que tengo miedo, un miedo horrible a lo que pueda hacer. Intento captar la atención de los demás cuando están junto a ella, pero nadie mira donde debe, absortos en contemplar lo que les conviene y dejando las profundidades para solo los valientes. Y ella, siempre los distrae, es una buena anfitriona, aunque ayer casi lo consigo, durante un café de la tarde, él me miró, fijo sus ojos en mí y por un instante creí poder conseguirlo al oírle formular la pregunta perfecta.

- ¿Estás bien?

Fue rápida, desplegó su amplia sonrisa y él dejó de mirar a los ojos para centrarse en sus labios.

- Perfectamente, estupenda como siempre.

Lo peor ha sido esta mañana, cuando ha abierto el botiquín del baño y un montón de pastillas de colores han hecho acto de presencia, no sé cuando las ha comprado. Después, a lo lejos, su llanto incontrolado, esta situación es ya constante, desparecen las voces, las risas, las charlas y las lagrimas afloran, sólo tengo que conseguir que me mire, que se plante frente a mí, fije sus ojos en los míos y así podré convencerla, me verá y se dará cuenta de todo.

El llanto ha cesado, escucho sus pasos, parece venir hacia mí, quizás sea la oportunidad, posiblemente lo logre, creo que viene decidida. Lo voy a conseguir, me está mirando.

-Se acabó, ya no puedo más, lo siento.

Un montón de colores en su boca.

¡Nooooo ¿Que haces?, no te las tragues, escúpelas!!!

No me hace el menor caso, ¿pero qué más puede hacer tu simple reflejo en un espejo?

Nada, o puede que sí.

La rabia, la impotencia, consiguen algo sorprendente, golpeo el espejo con todas mis fuerzas hasta romperlo en pequeños pedazos que se esparcen por un suelo que no es el mío. Ella desaparece, yo vivo. Sigo teniendo miedo, sin embargo no es lo mismo, tengo miedo porque ahora estoy sola, porque debo enfrentarme a un mundo que desconozco. Ella se ha ido, puede que yo no sea tan perfecta, tampoco me importa, adoro mis imperfecciones porque ellas son las que me han hecho este regalo. Me doy la vuelta por primera vez hacia una vida que se abre, una vida, que detrás de lo que era una espejo, nace y espera con impaciencia ser vivida, solo tengo que mirar hacia otro lado.

Estoy bien, cada vez mejor, y no necesito contemplarme para comprenderlo, simplemente lo sé, imperfectamente, pero lo sé. Soy la refracción en un prisma de alguien, que no quiso vivir.

lunes, 31 de octubre de 2011

EL SEÑOR NARANJA

Recupero uno de mis antiguos relatos, ha estado viajando por lugares insospechados para regresar a este blog, quizás no encontró lo que buscaba, o simplemente ha vuelto, pues su sitio es este.
Un día, como otro cualquiera, asumiendo tus errores e intentando reconstruir tu cabeza, ayudada por una amiga, interrumpí sus buenos consejos para soltar una frase apoteósica, “Por cierto Ana, creo que me he vuelto frígida”
Mis conocimientos y experiencias en materias sexuales hasta aproximadamente los 33 años, se limitaban a dos relaciones estables. Unas, más o menos complacientes, impregnadas, sin embargo, de tabús y vergüenzas clásicas, típicas en mujeres nada experimentadas, que impedían desarrollar dichas actividades en total plenitud, y otras, peores, debidas a la escasa, por no decir nula, satisfacción personal que aportaban. Probablemente, la ausencia de sexo durante un periodo prolongado de tiempo, y sobre todo, la falta de interés en él, añadido a mí, digamos, irrisoria experiencia, provocaron aquella idea “feliz” y una respuesta por parte de mi amiga simple y clara, “¿Pero, tu estas tonta?”, así que, continué la charla por otros derroteros, intentando pasara desapercibido aquel comentario.
Lo sorprendente fue, que dos días más tarde, reunida con mis amigos, entre cerveza y cerveza y multitud de sonrisas cómplices de las que yo no era partícipe, me hicieran entrega de dos paquetes, envueltos con mimo y esmero, acompañados de una nota firmada por todos, en la que se podía leer “Descubre tu cuerpo y disfruta mostrándose al mundo”, “Sois una panda de petardos, ¿qué narices es esto?”
Pero…..¿cuál era el contenido de aquellos paquetitos?
Al abrir el primero, descubrí un montón de condones, de todos los sabores, olores y tamaños. Con estrías, sin estrías, retardantes, lubricados extra, comestibles, con efecto calor-frio, chocolate, menta, piña. No pude reprimir una cara de asombro acompañada de un “!!Que alucine ¡¡”.
“!Ohhhhhhh, Sorpresa¡” exclamé al ver el otro, un esplendido regalo de mayor tamaño y un aspecto un tanto sospechoso. Grande, gordo, inmenso, exuberante y de color naranja, característica que dio lugar al nombre con el que fue bautizado. Suave, duro, con vasos sanguíneos que recorrían todo el miembro estratégicamente situados, y una serie de accesorios, que por supuesto, desconocía en algunos casos por donde, o como podrían utilizarse, aunque más bien, y creo esto se ajuste más a la realidad, no llegaba a entender de donde sacaría el valor necesario para usarlo. Y para colmo, sumergible ¡Guauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu¡.
Así que, sin más, decidí despedirme de aquella panda de locos, pero grandiosos al fin y al cabo, y cargada con mi nuevo amigo “El Señor Naranja”, emprendimos rumbo a casa para intentar conocernos, ¡Y cómo nos conocimos!.
“Voy a hacerlo, voy a meterme ese pedazo bicho y me va a gustar, voy a incrustármelo por todas las partes de mi cuerpo capaces de soportarlo y me va a gustar, por que quiero, me apetece y no puedo más”. Lo puse en marcha, empecé a utilizar aquel aparatito, accesorio maravilloso para la estimulación clitoriana y como hacía tanto que mi cuerpo no recibía aquel tipo de sensaciones, perversiones, se deshizo de inmediato. Sorprendida, “Que rapidez, quiero maasssssss, ¿seré capaz?”.Y me lo metí, y se movía mientras los dedos recorrían mi cuerpo buscando las zonas donde antes estuvo, intentando hacer lo mismo y volví a deshacerme, dándome cuenta, que por primera vez en mi vida, había podido deleitarte dos veces seguidas, y pensé, “¿cuántas podré?”. Y continué. Tercero, no tan placentero como el primero, ni tan intenso y profundo como el segundo pero igual de gratificante, y ya, cuando todas mis vergüenzas habían desaparecido, surgió la lascivia, lujuria desenfrenada, descubriéndome a mi misma desvirgando partes del cuerpo donde nunca nadie había osado entrar. Orgasmos, orgasmos clitorianos, orgasmos vaginales, orgasmos en cierta parte oscura y recóndita, orgasmos lentos, orgasmos rápidos, orgasmos silenciosos, orgasmos clamorosos, multiorgasmos, naranjas.
Durante cierto tiempo practique, el Señor Naranja, silencioso y complaciente, era mi mejor aliado en aquellos momentos. “Descubre tu cuerpo”, me habían dicho mis amigos. No solo había echado por tierra mi teoría de una posible absurda frigidez, sino que había conseguido despertar a un ser completamente renovado y magnifico.
La segunda parte del mensaje, resultaba más peliaguda, pues, ¿qué ocurre cuando una mujer conoce su cuerpo y se encuentra perfectamente preparada para practicar sexo con él?. “Muéstraselo al mundo” decía. Y yo, enfundada en mis lencerías cargadas de tules, puntillas, transparencias y medias pecaminosas que dejaban parte de los muslos al aire, salí al mundo. JA.
Donde narices están esos tíos que tanto ansían mujeres desinhibidas, ávidas de sexo sin complicaciones. Mentiras, todo grandes mentiras. Reconozco que mi lista de exigencias era bastante extensa, pero realmente, los tíos, se amilanan cuando encuentran a alguien así. En fin, no creía resultara tan difícil toparse con algún cumplidor de expectativas. Alguien dotado para la práctica de todo lo descubierto con el Señor Naranja y que a su vez, en el momento oportuno, pudiera mantener una conversación, pues que mejor sexo que aquel, cuyo comienzo resulta ser una gran tertulia. Alguien, que no pidiera más, ya que, no estaba dispuesta a ofrecer. El señor naranja había puesto el listón muy alto, pero no era perfecto, le faltaba una maravillosa estimulante y húmeda lengua. Esa lengua que tanto me gusta y que solo pensar en ella pone mis circuitos a pleno rendimiento. Una lengua, un cuerpo atractivo a mis ojos, una conversación fluida, con cierta experiencia. A veces tenía la sensación de que al conocer a cualquiera, desplegaba mi lista de exigencias, e iba tachando aquellas que cumplía, para después emitir mi juicio mediante una puntuación que variaba entre el 0 y el 10 (la perfección). Estas aprobado, estas suspendido, bien alto, notable.
Mis amigos se reían. “Así no te vas a tirar a nadie nunca” decían. Pero yo seguía. Que porras, no había desperdiciado tantos años de mi vida para irme con el primero de turno a practicar mi nueva faceta. Mi semental aparecería.
Tres, tres tíos deje colgados con los calzoncillos bajados y con sus miembros completamente erguidos. Nefasto. El primero y el segundo. No gracias, no estaba dispuesta a que alguien me manoseara, para después incrustarme su polla sin más. El tercero, Dios santo, que narices puedes hacer cuando un tío se baja los pantalones se mira sus partes y te pregunta “¿Crees que la tengo pequeña?”. Escapar, como una posesa del hotel donde se aloja y meterte en tu cama diciéndote a ti misma “Socorro, Socorro, he estado apunto de acostarme con un dibujo animado”, porque aquello juro por Dios parecía de mentira. Una nueva cosa más que añadir a mi lista de exigencias. Por favor, un pene normal. Y por fin, tras muchos “No”, arrojados a babosos, falsos aprendices de semental, apareció Mr. Cantabria. Un diálogo ameno y grato, acompañado de unas manos grandes con largos, infinitos dedos, fueron el detonante de lo sucedido durante cuatro días con sus cuatro noches. Sexo, sexo sin complicaciones, sexo puro y duro, y yo, disfrute de aquello como nunca lo había hecho.
A partir de entonces práctico todo lo que puedo, debo recuperar el tiempo perdido, o más bien, soy una persona que ha descubierto el sentido de la vida y devora con avidez ese conocimiento. Abro el cajón de mi mesita de noche y sonrió mientras guiño un ojo al cómplice de todo esto, el Señor Naranja. Y a toda la panda, el Señor Lima-Limón, Mr Metálico, Las señoritas Chinas,……… Necesitaba compañía.