No te creo
¿Por qué?
Porque no confío
¿Por qué?
Porque ya mentiste una vez.
No puedo seguir queriéndote
¿Por qué?
Porque no eres el que fuiste
¿Por qué?
Porque ya no sé quién eres.
No me quedaré
¿Por qué?
Porque no tengo ilusión
¿Por qué?
Porque ya no queda nada.
Adiós
¿Por qué?
Porque sólo necesitas respuestas.
¿Y el café dónde quedó?
ResponderEliminarTodo buen cafetero sabe que nunca se debe recalentar un café
Eliminar¡Ah, a eso te referías! Ahora sí no te había entendido, jejeje. Golpeo la frente mil veces contra el suelo, como si machacara arroz, para suplir tu perdón
EliminarPor cierto, la nueva apariencia de tu blog se ve bien bonito, para mi gusto, lo cual significa que se ve macabro. No va muy ad hoc con la temática literaria surrealista que manejas. Parece más un blog gótico. Crítica constructiva, yo por mí así déjalo que me encanta
ResponderEliminarVaya, y yo que pensaba que la mezcla de rojos y negros resultaba elegante.....cachissssss, ahora soy GÓTICAAAAAAAAAA.
EliminarDe todas formas, algun relato un tanto macabro si hay por ahí.