Vol VIII
Vol IX
Vol X
Vol IX
Vol X
Y se hizo la luz,
mientras nosotros pensábamos en batallitas……..
Pat está que echa
chispas, pero no nos confundamos, no son chispas de ira o enfado, son reales,
el universo cibernético de Pat ha sufrido tal descarga, que poco ha faltado
para que nuestra querida amiga formara parte de una bolsita de Ruffles al
jamón.
El culpable………¡ohhh el
culpable!
La patatita cibernética
ha descubierto un nuevo mundo de sensaciones que quiere probar. Sus múltiples
ojitos sonrosados, resaltan por el calor generado y su piel brilla lustrosa,
matizándose mucho más el color rojizo de la misma. Incluso suda como si en una
bolsa de plástico la hubieran envasado.
Pero, ¿qué demonios le
pasa a Pat?
Sufre, mucho, mucho……
calor, y ha encontrado quien, con su regadera, calme el ardor.
El problema es como hacer
saber, al presunto portador del agua, que la patata desea ser regada; pero eso
sí, solo y exclusivamente por la mano que enfunda su espada. Por la mano, por
el pie y por todo lo que él posea, pues, la patata obnubilada, se derrite ante
la sensación de cualquier parte del individuo, sobre su piel colorada.
¡Oh pardiez!, hasta la
narradora de las aventuras, parece contagiada.
Está bien, centrémonos.
Pat espera en la taberna,
hoy se organiza una fiesta, una de tantas, pues desde que la Sastrecilla Valiente tomó las riendas
del tugurio, aquello ha cambiado y mucho. Gran afluencia de público, relaciones
sociales entre las diferentes tribus y muchas, infinidad de diversiones.
La Sastrecilla sabe lo que hace, cose y cose sin cesar, dando puntadas
aquí y allá, creando un escenario perfecto donde los demás encuentran siempre
el lugar idóneo para desfogar sus pasiones, además de proporcionar un vestuario
magnífico, y si no, que se lo digan a Pat, después de pasar su perfil por las
manos de la Valiente se ha convertido
en la Sexy Súper Pat, la patata más bonita de todo el mundo tribal. Increíbles
las capacidades de la Sastrecilla que
logra convertir a una patata en algo sexy, pero por algo su apellido es Valiente, aunque deberíamos añadir que
probablemente sea más adecuado decir que es Valiente por no tener pelos en la lengua y conseguir
callar hasta a los altos mandos.
Los altos mandos…., el
ególatra en su púlpito parece un tanto incómodo, sus discursos de
telepredicador no son tan seguidos como antaño, parece que el pueblo llano, los
soldados rasos, prefieren las delicias de la taberna, antes que seguir a su ya
no tan adorado dirigente.
Puede que esto traiga
cola, pero ahora no importa, la fiesta va a empezar y Pata Chula acompañado de su implacable sable laser lima-limón, uno
de los actores-soldado más aclamados del elenco de la Sastrecilla, comienza su farsa burlona basada en la última
escaramuza perpetrada al enemigo, que como últimamente pasa, ha finalizado con
muchas bajas pero no del bando contrario. No hay mejor cosa que reírse de los
errores de cada uno, compartiendo con los demás las chapuzas realizadas, aunque,
parece que en algunos, este tipo de bromas, chistes, críticas enmascaradas de
risas, genera ciertas ampollas. Pero son muchos más los que participan de la
juerga, que ahora ya, con la Sastrecilla
incorporada, eleva su tono hacia los verdes de las praderas, donde pepinos,
nabos y ciertos plátanos juguetean. Con la Sastrecilla
y Pata Chula todo al final termina en
un surtido de frutas y verduras variadas, melones, peras, limones.
Pat está encantada de
poder estar entre tantos alimentos provocadores, no en vano toda una corte de
admiradores ha encontrado, la patata afrodisiaca y jugosa es también deseada, un
juglar que la pretende cantando romances, un luchador implacable que con su
ejercito la defiende y un bandolero que si pudiera, la llevaría cautiva a su
cueva. Pero nuestra Paty solo tiene ojitos para su Comandante, el presunto regante, que entre sus pupilos la ha tomado
y ella se afana día a día por convertirse en su mejor discípula, para así,
complacerle, y quizás en algún momento conseguir, entre batalla y batalla,
proporcionarle un buen descanso.
-
Pero
Paty, ¿por qué no te lo llevas de una vez al reservado?
¿En serio hay ruffles sabor jamón? En este lado del charco no hay
ResponderEliminarPues si, y están bueníiiiiiiiisimas, ja ja ja ja. Aunque a nuestra Paty, de momento, la mantendremos lejos de estas bolsitas, no queremos que acabe en el estomago de cualquiera.
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