jueves, 22 de marzo de 2012

PARECIDOS POCO RAZONABLES


Un día, bañando a mis hermanos pequeños, observé que una de mis hermanas no dejaba de mirar el pene de mi hermano. Extrañada ante la seriedad con la que realizaba aquel escrutinio le pregunté:
- Lucía, pero si ya le has visto el pito a Quique muchas veces ¿qué te pasa?
Con su carita pensativa me miro y me dijo:
- María, la cosa de Quique se parece a las anchoas que ha hecho mama para cenar.
Para que luego digan que son los hombres los que bautizan a sus miembros viriles. Mi pobre hermano lleva toda su vida con el San Benito “La Anchoita de Quique”.
Debe ser algo mortificante tener tres hermanas, y que a una, además, le falle un poco la vista.

1 comentario:

  1. Bueno, eso al menos queda entre familia, porque cuando es entre amigos toda la escuela, la cuadra, y ahora con las redes sociales, el país y el planeta entero se enteran.

    Primero, Sade no me dejó comer potaje todo un mes, luego tú con tu cuento de la pajita me arruinaste ir a comprar bebidas toda una semana; pero esta vez no se te hizo porque no como productos de mar, ¡ja!

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