sábado, 5 de marzo de 2011

CANTOS DE SIRENA 2


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EL EXPLORADOR Y LA SIRENA





COSAS QUE NUNCA DIJISTE PERO SIEMPRE PENSASTE
La tiró a la basura.
Cogió la muñeca, abrió la tapa del cubo, y sin más, allí la dejo.
¿Cómo pudo hacerlo?
Hacía apenas dos segundos, jugaba con ella, acariciaba sus cabellos con ternura diciéndole lo mucho que la quería, le imprimía besos, la miraba con dulzura.
Dicen que las palabras se las lleva el viento, sin embargo, la velocidad de aquel superaba con creces la de la luz.
Ipso facto.
Probablemente, disfrutó de ella, pero en un momento dado dejó de hacerlo y para que seguir, se tira y punto.
¡A la basura con ella!
Total, las muñecas no dicen nada, nunca oirás de ellas un reproche, ni una mala palabra, ni siquiera tendrás que responder a preguntas, aguantar lloriqueos, súplicas, y si lo hacen; les quitas las pilas y ya está.
Tendrán la misma expresión cuando las beses que cuando te deshagas de ellas, ¿para qué te vas a molestar entonces en guardarlas en algún lugar?, lo único que harán es criar polvo.
Apuesto a que en el mismo instante en el que la tiró, se olvidó de ella.
Bueno no, quizás la recordara cuando al abrir el cubo y tirar las sobras de la comida, la empujó hacia adentro para hundirla bien en toda la mierda. Así, bien aplastadita y comprimida para que entre la mayor cantidad de porquería posible.
O tal vez, cuando cerró la bolsa por la noche y salió, para abandonarla en aquel contenedor apestoso y atestado de género podrido, proveniente de la pescadería de al lado.
¡¡¡¡Que va!!!!, no nos engañemos, se utiliza, se disfruta y cuando pasa, se olvida directamente.
Ah, perdón. No me he presentado.
Me llamo, Muñeca.
Mi nivel cultural es bastante aceptable, pero de poco sirve ya que no puedo hablar. Me hicieron con una preciosa boca que siempre está abierta pero nunca puedo cerrar, por tanto, es impensable llegar a articular.
Soy sumisa y complaciente, escucho todos tus problemas, sueños, anhelos y cubro todos tus deseos. Siempre puedes contar conmigo porque nunca te abandonaré.
También poseo un cuerpo escultural, tampoco es algo que importe en exceso, pero en estos momentos se encuentra pringado, embadurnado, salpicado e infectado de la mayor cantidad de inmundicia que tu cabeza pueda imaginar.
¿Conoces a Chucky?


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