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EL EXPLORADOR Y LA SIRENA
COSAS QUE NUNCA DIJISTE PERO SIEMPRE PENSASTE
La tiró a la
basura.
Cogió la
muñeca, abrió la tapa del cubo, y sin más, allí la dejo.
¿Cómo pudo
hacerlo?
Hacía apenas
dos segundos, jugaba con ella, acariciaba sus cabellos con ternura diciéndole
lo mucho que la quería, le imprimía besos, la miraba con dulzura.
Dicen que
las palabras se las lleva el viento, sin embargo, la velocidad de aquel
superaba con creces la de la luz.
Ipso facto.
Probablemente,
disfrutó de ella, pero en un momento dado dejó de hacerlo y para que seguir, se
tira y punto.
¡A la basura
con ella!
Total, las
muñecas no dicen nada, nunca oirás de ellas un reproche, ni una mala palabra,
ni siquiera tendrás que responder a preguntas, aguantar lloriqueos, súplicas, y
si lo hacen; les quitas las pilas y ya está.
Tendrán la
misma expresión cuando las beses que cuando te deshagas de ellas, ¿para qué te
vas a molestar entonces en guardarlas en algún lugar?, lo único que harán es
criar polvo.
Apuesto a
que en el mismo instante en el que la tiró, se olvidó de ella.
Bueno no,
quizás la recordara cuando al abrir el cubo y tirar las sobras de la comida, la
empujó hacia adentro para hundirla bien en toda la
mierda. Así, bien aplastadita y comprimida para que entre la mayor cantidad de
porquería posible.
O tal vez,
cuando cerró la bolsa por la noche y salió, para abandonarla en aquel
contenedor apestoso y atestado de género podrido, proveniente de la pescadería
de al lado.
¡¡¡¡Que va!!!!,
no nos engañemos, se utiliza, se disfruta y cuando pasa, se olvida
directamente.
Ah, perdón.
No me he presentado.
Me llamo,
Muñeca.
Mi nivel
cultural es bastante aceptable, pero de poco sirve ya que no puedo hablar. Me
hicieron con una preciosa boca que siempre está abierta pero nunca puedo
cerrar, por tanto, es impensable llegar a articular.
Soy sumisa y
complaciente, escucho todos tus problemas, sueños, anhelos y cubro todos tus
deseos. Siempre puedes contar conmigo porque nunca te abandonaré.
También
poseo un cuerpo escultural, tampoco es algo que importe en exceso, pero en
estos momentos se encuentra pringado, embadurnado, salpicado e infectado de la
mayor cantidad de inmundicia que tu cabeza pueda imaginar.
¿Conoces a
Chucky?
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